¿Por qué aparezco en Google? Esta es una pregunta que alguna vez nos hemos hecho ante el asombro de introducir nuestro nombre en un buscador y comprobar que aparece información sobre nosotros que no creíamos que estuviese disponible. Ante esta situación, la cuestión principal es saber de dónde procede esa información, pues realmente solo puede proceder de dos fuentes: por un lado, de un tercero, tanto privado como público, por ejemplo, cuando una Administración Pública informa a través de una publicación en el Boletín Oficial correspondiente de los resultados de una oposición o, por otro lado, de nosotros mismos al crear perfiles en redes sociales, comentando en blogs, productos en tiendas online o cualquier otro tipo de página web. Esta distinción es determinante en lo que se refiere al control de los datos pues, como es lógico, cuando somos nosotros lo que hemos creado esa información el control de los datos nos pertenece, pero cuando son terceros ese control se dificulta teniendo que acudir a otros medios en caso de que queramos borrarlos, por ejemplo, al ya conocido Derecho al olvido.
Internet nos ofrece todo un mundo de posibilidades a golpe de un clic gracias a la gran cantidad de servicios a los que podemos acceder a cualquier hora y en cualquier lugar. Así, se ha convertido en una parte esencial de nuestro día a día pues cuando queremos informarnos, cuando queremos relacionarnos o incluso cuando queremos buscar pareja utilizamos internet, por eso no es de extrañar que, según el estudio realizado por Hootsuite y We Are Social llevado a cabo para el Digital 2021, la media de tiempo en la que los usuarios utilizaron al día Internet en 2020 fue de 6 horas y 54 minutos (11 minutos más que el año anterior).
Si bien, una de las razones fundamentales por las que Internet forma parte de nuestro día a día, además de por su fácil accesibilidad, es porque nos ofrece en gran medida servicios gratuitos. Piénsese en plataformas de redes sociales, blogs informativos, entretenimiento de cualquier clase y otra gran lista de cosas a las que se puede acceder de forma gratuita, pues con internet las posibilidades y ventajas no tienen límites.
Sin embargo, todos hemos escuchado que cuando un producto es gratuito es porque realmente tú eres el producto y más concretamente tus datos, pues muchos de estos sitios se mantienen gracias a la gran cantidad de información y datos personales que los usuarios aportamos cuando los utilizamos. Datos que pueden ser accesibles no solo para la empresa que explota el servicio sino también para otros terceros, por lo que debemos ser conscientes de los riesgos que esto puede suponer para nuestro anonimato y privacidad. Dos términos que, aunque puedan ser similares, no significan lo mismo.
La Real Academia Española define la privacidad como “ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión”. En consecuencia, la privacidad de nuestros datos en Internet supone evitar que terceros no deseados puedan acceder a nuestra información personal y protegiendo, por tanto, nuestra información en cada acceso y/o publicación que realicemos a través de internet. Sin embargo, cuando hablamos de anonimato vamos un paso más allá, pues a diferencia de la privacidad, con el anonimato evitamos que terceros sepan quienes somos, es decir, ocultamos nuestra identidad. La diferencia entre uno y otro concepto es, por tanto, que con la privacidad sí se puede saber quiénes somos, por ejemplo, a través de nuestra dirección de correo electrónico, mientras que si intentamos acceder a la red de forma anónima se desconocería nuestra identidad.
No obstante, la privacidad y el anonimato en internet no son fáciles de conseguir, por eso cada vez que navegamos debemos ser conscientes de que tenemos que llevar cuidado si queremos proteger nuestros datos, por eso desde Bórrame queremos ofrecer una serie de recomendaciones para que puedas proteger tus datos personales.
Cuando accedemos a una página web debemos tener en cuenta que ésta obtiene información sobre nosotros, bien porque nosotros expresamente le damos dicha información, por ejemplo, al registrarnos con nuestro correo o bien, porque aceptamos al acceder que ella misma la obtenga a través de algunos sistemas de almacenamiento de datos como son las tan ya conocidas cookies. De esta forma, lo ideal es que evitemos hacer pública la mayor cantidad de información, de ahí que se recomiende que al registrarnos solo demos aquella información que se estrictamente obligatoria y configuremos siempre las cookies que instala la web.
Igualmente, lo anterior adquiere mayor relevancia en el caso de las redes sociales en las que exponemos prácticamente toda nuestra vida: quienes son nuestros amigos o pareja, cuáles son nuestros hobbies, los lugares que hemos visitado o nos gustaría visitar, etcétera. En el caso de las redes sociales, debemos ser prudentes en su utilización precisamente porque la información que publicamos en ellas es muy personal, por eso siempre es recomendable mantener las cuentas privadas para poder controlar quien puede ver la información que publicamos.
Siempre hay que tener presente que nunca nada es gratis y cuando un servicio aparenta serlo es porque estás pagando con tu información personal. Por este motivo, es muy importante registrarse y dar información en páginas web de confianza. Al final si en nuestro día a día no le revelamos nuestras contraseñas a un desconocido que vemos por la calle lo mismo debemos hacer cuando navegamos por Internet.
De este modo, para mantener nuestros datos seguros es muy importante tener en cuenta el sitio web en el que los estamos introduciendo. Siempre debemos introducir nuestros datos en páginas webs que sean seguras para ello debemos fijarnos en la URL de dicha web, en el caso de que sea segura empezará por https y mostrará un candado en la barra de direcciones y al clicar sobre el mismos nos dirá si la conexión es segura o no. No obstante, puede pasar que queramos acceder a un sitio web que no sea seguro, en este supuesto es cuando más alerta debemos estar pues es cuando más probabilidades hay de que se filtren nuestros datos personales, por ello en el caso de que para usar dicha web debamos registrarnos lo ideal será usar una cuenta de correo electrónico secundaria que no sea personal y emplear una contraseña distinta y única.
Las contraseñas son las llaves que dan acceso a tu información personal por lo que si se filtran se podría ver comprometida tu privacidad. Por este motivo, se recomienda:
Los dispositivos almacenan nuestra información por eso es importante tenerlos protegidos para evitar que puedan acceder a los mismos. Para proteger tus dispositivos te recomendamos:
Además de todo lo anterior, debe tenerse presente que existen numerosas herramientas que permiten proteger nuestra privacidad y anonimato, por ejemplo, el uso de la red TOR, proxies o una VPN. En el caso de las VPN, para entenderlas a nivel usuario, son un software sencillo que protege tu privacidad además de anonimizar el tráfico que generas. No obstante, en este caso, al activarlo nos conectamos a un servidor VPN, por lo que realmente la mayor o menor protección que tengamos dependerá del servidor que utilicemos.
Existen muchas herramientas de esta clase, gratuitas, de pago, con mayor o menor cifrado…Si bien, el uso de cada herramienta también se verá influido por nuestros conocimientos informáticos.
Todos los sitios webs están obligados a incluir en algún lugar de su página web un aviso legal y una política de privacidad en los que se informe de qué persona o entidad es el responsable de la web y del tratamiento que se le va a dar a los datos que facilitemos a través de su web.
De este modo, es recomendable que antes de facilitar tus datos personales te informes sobre lo que van a hacer con ellos, quién los va a tratar y cómo puedes ejercer tus derechos. Asimismo, debes desconfiar de todos aquellos sitios webs que solicitan información personal pero no te informa de quién es el responsable o de quién va a tener acceso a los mismos, de la finalidad del tratamiento de tus datos ni de la forma de ejercer tus derechos.
Recuerda que como ciudadano de la Unión Europeo el Reglamento General de Protección de datos te reconoce los siguientes derechos:
Si no sabes cómo ejercer tus derechos o si lo has hecho y no has recibido una respuesta o no estás de acuerdo con la respuesta que te han dado, desde Bórrame ofrecemos diversos servicios con un único y claro objetivo: ayudarte a mantener el control de tus datos. No lo dudes, contacta con nosotros.